miércoles, 4 de mayo de 2016

Las Palomas. Fundición y pieza acabada.

Una vez se tiene una pieza acabada, entonces se puede hacer la simétrica, si hace falta se utiliza un pie de rey o un compas para tomar medidas de una paloma a otra, usando los bordes como referencia. Ambas palomas tienen que tener el mismo tamaño, por lo que las distancias tienen que ser las mismas.
Las dos palomas terminadas
 Una vez estan terminadas las dos piezas con el modelado y los detalles viene la parte más delicada: vaciarlas para aligerar todo el peso posible. Con una fresa de bola, un dixem y mucho cuidado se vacían hasta dejarlas a unas milesimas de milímetro, procurando no agujerearlas y rebajando los bordes. Hay que tener cuidado por que al ser unas piezas delgadas, se corre el peligro de que se deformen.
Las dos piezas vaciadas.
 Cuando ya se ha conseguido rebajarlas al peso adecuado, en este caso a unos diez gramos en oro entre ambas (cinco cada una), se prepara el árbol. Se suelda los bebederos con cera plástica de inyectar y estos al árbol. Este es de muy poco peso, unos veinte gramos en total.
Arbol de fundición.
 El proceso de fundición ya esta explicado en varias otras entradas, se hizo una fundición normal, con subida programada de temperatura hasta los 745 grados y luego bajada hasta los 600. Siendo una pieza ligera, relativamente grande y bastante delgada, la temperatura es elevada para evitar que el metal se enfrie antes de llenar todos los huecos. Una vez fundidas las palomas, se cortan los bebederos y al primer repasado con un cepillo metálico y un rato en un bombo de pulir ya se puede comprobar como han quedado.
Las palomas fundidas en oro
El repasado de las piezas es el habitual, aunque se ha repasado toda la parte posterior con un bola de fresa para eliminar imperfecciones y salientes, dejándolo lo más liso posible. Y también se ha retocado el reborde para dejarlo al mismo espesor en todo el perímetro de la pieza. Para completar las piezas se ha soldado un hilo ovalado que hace de marco y evita que que las puntas (alas, cola y pico) puedan enredarse con la ropa o el cabello. A este hilo se ha añadido una anilla para poder colgar las palomas de los pendientes propiamente dichos.
Palomas terminadas.
 El ultimo paso ha sido retocar los detalles de las alas con un buril, haciendo un carreteado a lo largo de las plumas y ponerle una circonita en cada ojo.
Pendientes al completo.
El trabajo queda terminado y listo para ser entregado en condiciones. En las fotos las piezas se ven más bien blancas debido al pulido a espejo y al reflejo de la luz, aunque en realidad son de oro amarillo. A pesar de los retoques y después del añadido del hilo y las anillas, el peso final ha quedado por debajo de los diez gramos.