miércoles, 27 de enero de 2016

El sello de la Cobra. La pieza acabada.

Tras una larga pausa por cuestiones de trabajo, el sello de la cobra llega a su fase final. Con cuidado se esmerila con papel de lija en orden decreciente de grueso (de 320 a 1200), eliminando las rayas que hayan quedado. Si el dibujo del escamado queda disminuido en alguna parte, se repasa utilizando un buril (en este caso uno de unglet para profundizar algunas escamas del cuello).

Con un micromotor y una fresa de bola se repasa el interior del anillo para dejar un acabado uniforme y terminar de eliminar aristas, además rebajara un poco el peso.
Vista del interior de sello.
 El paso final es pulir el sello. Para ello se utiliza un bombo de pulir que tras varias horas de dar vueltas con una carga de palillos, bolas y satelites deja la pieza brillante. Pero el acabado tiene que hacerse a mano con una pulidora: el bombo no entra en las fisuras del escamado, que quedan notablemente blancas. Hay que usar la pulidora con cepillos de piel de cabra y pasta de pulir para eliminar en lo posible ese tono blanco del fondo. El interior de la boca se puede repasar con fresa diamantada y la parte plana de la lengua se puede pulir pasando tras los colmillos un hilo grueso de algodon, con algo de pasta de pulir y tras unos minutos de frotar la lengua queda más brillante. Si tras limpiar el sello en la máquina de ultrasonidos reaparece el color blanco, se vuelve a insistir, y si es necesario se utiliza un cepillo estrecho con puas más duras. El acabado final se hace con un cepillo de borrego normal y corriente.

El toque final es con patina para envejecer plata, de lo contrario todo el anillo queda muy uniformemente brillante. Con un poco de patina y un pincel se retoca el interior de la boca, el dibujo a ambos lados del cuello y los ojos. Hay que procurar no manchar la lengua, ni los bordes del cuello, ni tampoco los alrededores de los ojos. Los ojos tienen que quedar negros, pero no tiene que parecer que lleva sombra de ojos. Si se va el pincel en alguna parte, lo que es muy posible, se utiliza el micromotor con algun cilindro de pulir que sea suave. Asi se consigue un mayor contraste en algunas partes de la pieza y que esta tenga mayor profundidad de volumen.
El sello de la cobra finalizado.
Y con esto, el sello de la cobra queda finalizado.

sábado, 16 de enero de 2016

El juego de sellos. La fundición.

Cuando ya se tienen los sellos repasados en cera y lo más pulidos posible, sin arañazos ni fisuras, entonces se procede a la fundición. Se monta un árbol, con una goma de 80 mm, un árbol de cera (se hace con el molde de una pieza metálica del tamaño adecuado, en este caso de un punzón), que se corta a la altura correcta para dar cabida a las piezas, sin que haya exceso de metal. Luego con el soldador se hacen oquedades en el árbol dónde se introduce el bebedero de cada sello y se termina de fusionar con el soldador, procurando no dejar ningún hueco dónde se introduzca el yeso. Los sellos se colocan en círculo y por pisos. Cuatro sellos en el piso superior y uno (y tres piezas de molde) en el piso inferior. Es una fundición de tipo ligero/medio, de menos de 150 gramos.
Vista del árbol con las ocho piezas.



Otra vista del mismo árbol.
El proceso es de subida gradual por etapas hasta las 750 grados, con tiempos largos para las subidas a 150 y 200 grados (en que se funde la cera sin quemarse) y luego una bajada a 570 grados para la inyección de metal en la centrífuga. Tras un rato largo dando vueltas en la centrífuga, el cilindro se introduce en agua y se rompe la capa de yeso con cualquier utensilio metálico adecuado (normalmente la hoja de una cuchilla lo bastante gruesa como para no doblarse al rascar). Se extrae el árbol del yeso, y entonces se termina de limpiar. Al ser pocas piezas y notoriamente gruesas lo más simple es coger un cepillo con cerdas de plástico y rascar el yeso bajo un chorro de agua para que se termine de desprender. El interior de los anillos se puede repasar con un cepillo de dientes. Se puede eliminar casi todo incluso sin necesidad de cortar las piezas para tener mejor manejabilidad.

En esta ocasión los resultados no han sido los debidos, las tres piezas de molde y dos de los sellos han salido practicamente perfectos, pero en tres de ellos han aparecido oclusiones profundas que han malogrado parcialmente el trabajo realizado.
Defectos en los sellos.
Si se tratara de sellos directos a la venta lo mejor seria repetirlos, pero tratándose de piezas para prototipado, vale la pena intentar salvarlas, rellenando los huecos con soldadura de plata para poder realizar luego el molde. Los motivos por los cuales se han producido los defectos pueden ser múltiples, desde un exceso de calor en la inyección, que ha hecho hervir el metal dentro, un mal quemado de la cera que ha dejado residuos adheridos al yeso, o hasta la inclusión de partículas extrañas que se han incrustado en el metal líquido al inyectar. Como se puede ver en la foto, el botón de metal del árbol esta incompleto, lo que quiere decir que no había suficiente metal, otro motivo de fallo, debido a un cálculo erróneo de la cantidad necesaria. Hay que observar que los tres sellos estan en el miso lado y juntos unos con otros, pero la pieza más pequeña junto a ellos ha salido bien.

martes, 5 de enero de 2016

El juego de sellos. Construyendo las formas.

Una vez se tienen las piezas desbastadas el resto sigue de forma bastante simple. Es cuestión de pie de rey, de medir y de comprobar a medida que se van creando las formas. No son figuras escultoricas que requieran de mucha complicación, pero si de la máxima simetria posible y que las formas no se vean distorsionadas.

El sello ovalado es bastante simple. En realidad se dibuja un octagono en la tapa rectangular, se recortan las cuatro esquinas y  con la lima se redondea. Si hay alguna duda de su aspecto ovalado, se puede poner el sello boca abajo sobre un papel, dibujar el contorno e irlo rotando para ver donde sobresale.

El sello de televisor recibe su nombre de la figura de cuadrado ligeramente abombado como las pantallas de televisores de hace muchos años. Se trazan las líneas sobre la tapa cuadrada y se redondean los cuatro costados
Sello televisor con tapa marcada a rayas.


El sello rectangular es el más simple (de forma), ya que basta con escuadrarlo debidamente y asegurarse de que ningún lado queda más largo que su contrario, ni tampoco ladeado o de forma trapezoidal.

Sello rectangular.


El sello cuadrado es el único que da problemas. Al hacer el escuadrado esta bastante claro que es bastante mazacote. Asi que decidi recortar los dos bordes laterales para darle un aspecto rectangular y recorte las cuatro esquinas, dandole a la tapa un aspecto octogonal. El sello queda bastante mejor de aspecto (al menos en mi opinión).

El último sello tiene aspecto cuadrado, pero decidi darle un aire más escultorico, convirtiendo las cuatro esquinas en cuatro nervios de forma cilindrica en torno a un octágono.
Sello con refuerzos angulares.
Una vez se tienen las figuras de la tapa, entonces se procede a construir el brazo, haciendo las curvas concavas que le dan forma y aligeran peso, a golpe de lima y con cuidado, midiendo bien con el pie de rey, se hace la forma y se redondea con papel de lija. Tambien hay que comprobar el grosor para asegurarse de que los dos brazos quedan al mismo.
Brazo del sello rectangular.
Cuando ya estan todas las medidas correctas, se procede a un lijado, de más grueso a menor, para finalizar con un trapo fino que no deja pelusa. Con esto estan construidas las carcasas exteriores. El siguiente paso es personalizarlos un poco, tal cual son simplemente unas piezas de metal sin ninguna gracia especial. Con un buril se hace un grabado en las paredes laterales de cada uno de ellos. Tambien se podria hacer a posteriori en cada uno de los sellos de molde ya fundidos, pero eso seria un trabajo improbo. Es más sencillo hacer un grabado único en cada uno y hacer los clones en correspondencia. El más complicado es el del sello rectangular, con un dibujo y un vaciado para que el dibujo quede en relieve y el fondo granulado.
Detalle del dibujo lateral.
Cuando se han hecho los dibujos el último paso, antes del pulido final de la pieza, es el vaciado con una fresa de bola gruesa para quitar grosor y otras más pequeñas para los recovecos, con cuidado para no perforar las paredes allí dónde el buril ha profundizado. Si en alguna parte el grosor es excesivamente fino, se rellena con un poco de cera de bajo punto de fusión para no perforar la pared con el soldador.
Vaciado del sello.
Una vez vaciados los sellos al máximo posible, se procede a un último pulido para quitar todas las rayas posibles y se limpian con trementina para eliminar todos los residuos y darle un aspecto brillante.
Sello ovalado

Sello rectangular

Sello con refuerzos angulares

Sello octogonal
 
Sello televisor.
Ahora ya se puede preparar la fundición para hacer las piezas en metal.