jueves, 22 de octubre de 2015

El Angel que llora en metal.

La fundición de la pieza es estandar, a 580 grados centigrados y con todo el proceso de cocción y subida de temperatura habitual. Para cualquier consulta puede verse el de la pieza anterior. Una vez roto el yeso, limpiado el árbol y decapado, se sierran las piezas del árbol y se empiezan a repasar y pulir utilizando el equipo habitual en este caso: lima para retocar los bebederos, papel de lija de diversos granos, micromotor, buril para retocar rincones y dibujos.

Hay que quitar todos los arañazos, asegurarse de que los dos lados son lo más simetricos posibles y de que no han quedado microporos u oclusiones que den al traste con todo el trabajo realizado. Los pliegues del vestido son ahora muy fáciles de retocar, utilizando un disco de lenteja con el micromotor, dejandolos totalmente rectos y con caida. En la parte posterior, un lado del fondo de la falda ha quedado demasiado fino tras limar y esmerilar y se ha tenido que añadir soldadura para darle grosor.

Tras un esmerilado fino a 1200 después del repasado, y con un primer pulido a espejo, la pieza queda con los defectos más visibles y evidentes.

El Angel que Llora en plata.

Lo más visible son las alas, en una el dibujo ha quedado bien definido, pero con poca profundidad, en el otro lado las líneas son mucho más profundas, pero no han quedado bien dibujadas. Ademas una parte del cabello ha quedado lisa y sin dibujo. Ahora hay que retocarlo.

Para ello se usa una bola simple de engastador y un par de buriles. Las alas se pueden lijar para igualar las superficies y eliminar arañazos, pero resulta un tanto dificil por ser una pieza pequeña y que las alas en si son concavas. En todo caso la imagen del ala izquierda requiere incluso un poco de soldadura para rellenar algunas cavidades exageradas.

Con un soporte de madera preparado se calienta el lacre con un soplete y se coloca la pieza sobre él para que quede bien sujeta. Luego la pieza se atornilla en la bola de engastador y ya se puede mover a un lado y otro, girarla y situarla de la forma mas conveniente para realizar el trabajo.
El retoque a buril.

Para repasar las alas lo mejor es utilizar un buril fino aunque cada cual tiene sus particularidades, manias y experiencias. En este caso un buril de media caña del nº 4, es de los más fáciles de usar y se utiliza para prácticar. El problema es tener una buena vista para no desviarse y ver correctamente que se esta haciendo. Y si se escapa, pues papel de lija y a volver.
Primer plano del Angel en el fuste.

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