El primer paso es escoger un bloque de cera para hacer la pieza. Se pueden comprar en bloques de 1/2 y 1 libra, de cera verde y azul. En este caso fue con cera azul de esculpir, pero como en aquel momento no tenía el bloque y no queria esperar el tiempo de envío para empezar, opte por hacerme uno.
Bloque de cera azul de 1/2 libra. |
Lo que si tenía era muchos recortes de cera azul, de prácticas y encargos realizados, que decidí utilizar para hacer un bloque casero. Solo hacia falta un molde (utilice un molde de aluminio para hacer bizcocho comprado en la tienda de Todo a Cien), que unte con aceite de motor para evitar que se pegara la cera. Meti los recortes dentro y lo puse al horno a 150 grados para que se fundiera y formara un ladrillo compacto.
Recipiente refractario para fundir cera. |
Retales de cera verde |
La pieza, una vez desmoldada, tenía algunos problemas. En primer lugar dejo un poso de particulas extrañas y suciedad que se acumulo en el fondo, pero tambien quedo en suspensión. Hubo que limarla y descartar el fondo para eliminar la mayoria de las impurezas. Ademas la bandeja en el horno estaba inclinada (para que al fundirse la cera del cilindro esta caiga siempre por el desagüe, como en el plato de una ducha) por lo que quedo más alta de una esquina que de otra. Otro problema fue la decoloración de la cera con el paso del tiempo, señal de que la temperatura habia afectado a las cualidades de la cera. El último fue que la tensión de la propia cera al solidificarse origino una grieta que, a pesar de taparse y soldarse, fue reapareciendo continuamente en el trabajo.
El siguiente paso fue simplemente escanear el dibujo, reducirlo en escala a la medida conveniente, imprimirlo y pegarlo encima del bloque (de hecho hay que imprimir dos dibujos a escala al menos, guardando uno). El dibujo se puso por el lado que quedo mejor, una vez alisado con papel de lija fino, y con un bisturi se repasaron todas las líneas, marcando el dibujo sobre la cera. Luego se quito el papel y con una sierra se recorto la forma de la figura. Esta parte es más delicada de lo que parece, por que se ha de serrar muy recto y es un bloque bastante grueso. Si la sierra se va, las medidas ya no son las correctas, si es hacia fuera, siempre se puede retocar, si es hacia adentro, faltara luego material al dar volumen.
Restos del bloque. |
Vistos los problemas de reaprovechamiento masivo de la cera, decidi que la siguiente vez usaria un bloque nuevo de trinca, a menos de fuera verdaderamente una emergencia.
Una vez la pieza estuvo recortada, retoque todas las paredes para dejarlas lo más rectas posibles. Es fácil de ver si quedan rectas; lo único que hace falta es una superficie plana y una caja, se confronta la pieza contra la pared para ver si se separa en algún punto y que diferencia hay entre la base y la superficie. Tambien hay herramientas más especializadas para este tipo de tareas, como micromotores y similares, pero yo no dispongo de ellos.
Con el dibujo guardado y un pie de rey es posible tomar las medidas entre los distintos puntos para asegurar que las distancias son correctas y que el modelo no se va de tamaño respecto al esbozo. Si la figura del contorno tiene las medidas correctas, desde el contorno se pueden marcar puntos para conservar las proporciones en el resto del dibujo.
Luego, bien con buril, bisturi y paciencia, o con micromotor y mucho cuidado, se van rebajando los planos de las distintas partes del dibujo para que cada parte quede a la altura correcta. En primer plano las raices de la base y la pata del caballo adelantándose. Seguidamente el cuerpo del caballo, cuya cabeza asoma por delante. Detrás el jinete, con la mano en alto y la espada hacia atrás. Lo último es el tronco del Arbol de los Muertos, con la capa del jinete ondeando al viento. Lo dificil es ir profundizando en la cera manteniendo el dibujo, que hay que rehacer continuamente, y de cuando en cuando parar para volver a tomar medidas desde los bordes del bloque. La tendencia a cortar es que a medida que se profundiza las partes de van agrandando por que siempre se da cierta inclinación. Hay que corregirlo.
Cuando se tiene la figura ya rebajada, entonces hay que trabajar los detalles de todas las partes una por una hasta darle forma. El principal problema es que ya en esta fase apareció la grieta mencionada, y además en mal lugar, justo en el cuello del caballo desde las crines hacia el morro.
La grieta, visible en el cuello. |
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